martes, 28 de noviembre de 2017


Balance del conflicto con curtiembre Arlei por la S.R.O.V Lomas de Zamora F.O.R.A
El conflicto se presenta ante el despido de un compañero el 16 de junio del 2017. Este despido se produjo sin causa que lo “justifique”, pero la realidad es que al compañero lo echan por su actividad sindical, su supuesta intención de postularse como delegado y bajar a los burócratas del Sindicato de Obreros Marroquineros puestos a dedo, sus reiterados pedidos de recategorización y su solidaridad con los compañeros. Antes de que le presente a la patronal un problema mayor, lo despiden luego de casi tres años de trabajo.
Al día siguiente se presenta a trabajar como cualquier día, ya que hasta el momento no había recibido telegrama alguno, y el despido solo se lo habían comunicado de palabra. Por eso intimamos a la empresa a que regularice la situación laboral o de otra manera si se consideraría despedido, ya que no lo dejaban entrar a trabajar.
Al otro día fuimos para ser testigos de cómo no lo dejaban entrar y de ahí en más el conflicto fue por dos vías, la legal y la de la acción directa, con el fin de reincorporar al compañero a su puesto de trabajo.
 Sin llegar nunca, por la acción directa, a tener un canal de dialogo con la patronal, se intentó por medio de piquetes informativos, volanteadas a otros compañeros de la fábrica para que se enteren del conflicto, escraches a la patronal de Arlei en comercios donde se venden sus productos, pegatinas informativas en el parque industrial de Lanús y en el centro, etc…
Hasta ese entonces el conflicto se basó en el reclamo (si bien con apoyo externo) individual. No trascendió a un conflicto colectivo con los demás trabajadores de Arlei, ni se solidarizaron como lo habían hecho de palabra con el compañero, ante ese atropello. Esta falta de apoyo desde dentro de la fábrica fue un punto clave que debilitó el alcance que podía tener la lucha, ya que sin presión interna se vio opacada la posibilidad de reincorporarlo con la acción directa.
¿El sindicato? Mandando a los delegados burócratas a apagar el justo reclamo, en todo momento defendieron los intereses económicos de la patronal y no el de sus afiliados. Aun cuando al día de hoy los problemas en la fábrica siguen, con empleados obligados a tomarse las vacaciones cuando la patronal quiere, sin categorizarlos correctamente ni dándoles un aumento que ayude a apalear los tarifazos, el sindicato de obreros marroquineros sigue entregando en bandeja, mientras cuidan su quiosco metiendo delegados mantenidos a dedo.
Ante este panorama la lucha tomó otro rumbo, y gracias a las acciones solidarias de compañeras y compañeros desde afuera, llevaron a una buena posición de negociación al compañero para reclamar su indemnización correspondiente. La patronal pudo comprobar que él no estaba solo ni desorganizado, llevándolo a pensar dos veces si va a seguir discriminando trabajadores.
La cuestión ahora está en la correcta liquidación por el trabajo mal pago durante casi tres años, realizado por el compañero.
Nuestro balance, en líneas generales, es positivo ya que en primer lugar el compañero no se quedó inmovilizado y salió a plantarse frente a esta injusticia laboral, dentro de las tantas que ocurren diariamente y que la mayoría de las veces lxs trabajadorxs lo dejan en lo que el patrón quiere. Por otro lado, gracias a la organización, se formó un espacio de participación entre compañeras y compañeros donde resolvimos por nosotrxs mismxs, por fuera de la burocracia sindical y sus arreglos de camarilla con la patronal. Poniendo en práctica la organización y solidaridad entre laburantes, que no es poca cosa hoy en día, aun sabiendo que una familia trabajadora no puede depender de juicios y arreglos por despidos, para sobrevivir.

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